Cuando dejamos de ver la muerte como un tabú empezamos a verla como un paso más de la vida…
Esto puede sonar nada familiar a los temas que escuchamos a diario en redes sociales, páginas o publicidad, pero la realidad es que, es un tema que se vive día a día en todos los hogares, comunidades, familias y personas. Entonces, ¿por qué no hablar al respecto?
Al vivir en una sociedad con negación a estos temas, resulta que a la hora de vivirlo muchas veces chocamos con pared y no nos sentimos preparados. Si bien debemos cuidar de la salud para evitar enfermedades y tener una vejéz óptima, si es necesario aceptar el paso de los años y pensar en la muerte como un hecho que todos y todas tendremos que encarar en algún momento. Así que, podemos empezar a pensar en ella un poco todos los días y de esta manera vivr con más gratitud cada segundo que tenemos de vida, sin miedo pero sí con intensidad.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando no somos nosotros los enfermos, sino, un familiar, una pareja, un amigo o vecino cercano? Pues bien, tener una conciencia despierta, empatía y solidaridad al respecto será vital para una buena organización y ayuda mutua, de esta manera, ni el cuidador ni la persona enferma tendrán que agobiarse ante la situción.
¡Dignifiquemos estos pasos para un proceso espiritual y crecimiento personal!